París bien vale una manifestación...

     (Fotografía/ La Sexta/EFE)

No comparto las iniciativas de quienes piensan que la situación de nuestro País Vasco no ha avanzado nada, creo que es un error, pero aun así tampoco puedo compartir otras acciones que se me presentan con una evidente falta de claridad tanto en sus fines como en sus medios. Una gran marcha recorrió ayer París bajo el lema "Paz en el País Vasco, ahora los presos". Nada que objetar a la humanidad, al especial tratamiento a un preso enfermo, incluso a su excarcelación (como ya se ha hecho) o al acercamiento posible. Se del sufrimiento de las familias de los terroristas encarcelados, soy padre, pero aun así me gustaría puntualizar varias cuestiones que, sin restar un ápice de valor a la reivindicación de la humanidad, son esenciales para no caer en la apología de la inhumanidad.
1/ Las organizaciones convocantes no categorizan a los asesinos de ETA como tales, miembros de una banda asesina que promovió un régimen paralelo de terror y coacción social sin parangón en la Europa reciente, sino como muchachos y muchachas que son " represaliados y exiliados", " lo mejor de Euskal Herria", "nuestros amados gudaris", " lo mejor de este pueblo valiente" y por ello hay que "sacarlos de las cárceles y traerlos a sus pueblos, a sus casas y a sus fábricas". Incluso en un cortometraje que se ha distribuido por los centros escolares para trabajar el tema con niños/as de primaria (" Motxilaren neska") el abuelo responde a su nieta que su ama está en la cárcel "por querer a Euskal Herria". Esto, aunque nade a contracorriente de cierto discurso muy extendido, no es reivindicación de paz, sino una humillante afrenta a sus víctimas; precisamente, en unas fechas en las que se cumple el 30 aniversario de la masacre de la casa cuartel de Zaragoza con once víctimas, de ellas cuatro niñas " txakurras". 
2/ La reivindicación de la paz, no es posible olvidando o comparando a víctimas y victimarios ("todas las víctimas del conflicto "). Sin una reflexión crítica, sin arrepentimiento, sin un acercamiento sincero a las víctimas causadas (y no lo veo en numerosos presos actuales o pasados, ejemplos como los del asesino de Yoyes o del " carnicero de Mondragon" hay muchos) no es posible emplear la palabra paz sin prostituirla. 
3/ En vez de hablar de política de venganza de los gobiernos español y galo, por que no hablar de la "política de ETA" que ha tenido a sus presos encarcelados a cientos de kilómetros, mientras que otros han estado cerca de casa o acogidos a libertad condicional (Vía Nanclares)??? 
No dudo de la buena voluntad de algunos asistentes, pero sin respuesta a estas preguntas mi asistencia, por humanidad, a marchas como ésta es imposible precisamente por eso, por humanidad. Quien se acordó ayer en París de los cuerpos destrozados, bañados en sangre, de las víctimas de ETA???? Para un futuro de PAZ y RECONCILIACION es necesario avanzar con visión de futuro, siempre apoyaré este axioma, pero es imposible hacerlo desde la desmemoria o la tergiversación interesada del lenguaje.